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Violencia doméstica – las víctimas, todas las víctimas
Los niños son unas víctimas más de la violencia doméstica. Este blog publica desde 2009 artículos en los que se reclama la atención de todos al hecho de que en TODOS los casos de violencia doméstica, generalmente contra la mujer, cuando existen hijos, éstos son también víctimas.
La violencia doméstica nos parece más amplio que lo que aquí también llamamos violencia de género. Aparte que el uso de «género» para designar las diferencias de sexo entre los protagonistas de la violencia es un anglicismo, hay otras precisiones. En español es más concreto hablar de violencia en el ámbito familiar, o doméstica, porque «género» parece que se limita a todo lo que los hombres, de sexo masculino y género gramatical masculino, ejercen sobre las mujeres. Y que la perspectiva de «género» lo es sólo femenina o, tal vez, feminista. Expertos filólogos se han referido al tema con profusión y al menos el Institut d’Estudis Catalans, por lo que se refiere a la lengua catalana, han presentado una postura oficial muy clara. En mi modesta opinión, retorcer el lenguaje no contribuye a la visibilidad de los problemas. Cabe recordar que el género de muchas cosas, o muchas palabras, no es igual en todos los idiomas y que en algunos no existen géneros como formas, sino que a los substantivos hay que añadir un prefijo que determina el sexo, como pasa en el inglés. A veces el lenguaje ayuda: en español, «victima» es femenino y «agresor» masculino. Aunque agresor permita feminizarse a «agresora», las víctimas son siempre en femenino. No hay «victimos».
En Norteamérica la violéncia doméstica se denomina Violencia causada por el compañero en la intimidad. Quizá resulta un poco largo al traducirlo, pero ya sabéis que los americanos en seguida asignan unas siglas y se queda en IPV (Intimate Partner Violence). El término es algo más preciso puesto que, como se indica en un texto de la revista PEDIATRICS de la Academia Americana de Pediatria, donde se presenta un informe sobre la responsabilidad del pediatra en los casos de violencia familiar, en los Estados Unidos hay 1.5 millones de mujeres víctimas de violencia doméstica, pero también 850.000 hombres asimismo víctimas. Esa relación 2/1 no podría decir que sea similar en nuestro país, pero que es posible que, como tantas otras cosas, nadie se haya parado a contarlo con precisión. Y además existe la violencia entre personas del mismo sexo que conviven, y todas las variantes, es especial recordando que los/las transexuales suelen ser más a menudo de víctimas de violencia.
En la violencia doméstica las víctimas son varias y desde aquí nos hemos referido en varias ocasiones a este tema, teniendo en cuenta que en los todos casos de violencia en los que haya menores, niños, hijos enmedio, hay que considerarlos siempre como víctimas.
https://pedsocial.wordpress.com/2010/05/17/los-ninos-como-victimas-de-la-violencia-domestica/
https://pedsocial.wordpress.com/2011/06/22/en-la-violencia-de-genero-no-hay-una-sola-victima/
https://pedsocial.wordpress.com/2012/02/13/violencia-de-genero-de-numero-domestica-y-sin-domesticar/
Por eso nos congratualmos hoy de que la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha ya tenga una Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género, anticipándose a otras. (En la foto los diputados aclamando la unanimidad de la aprobación de la ley)
Porque haya una ley es posible que no se reduzca la incidencia de casos de violencia. Nunca he creido mucho en el poder disuasorio de las leyes. Pero al menos se podrán corregir algunos de los desafueros–desafueros, que quedan fuera del fuero, de la ley y, también de la razón–que por triquiñuelas legales, patrañas de picapleitos y venalidades de jueces, impiden la buena proteción de todas las víctimas, y muy especialmente de los niños.
X. Allué (Editor)
Violencia vicaria
Ya lo hemos comentado en otras ocasiones: la violencia machista, la violencia contra las mujeres tiene daños colaterales. Cunado se trata de violencia doméstica, es decir en el ámbito del hogar familiar, si existen hijos, éstos son tan víctimas como sus madres. Save the Children ha presentado un extenso informe, también citado aquí aformando que en la violencia doméstica no hay una única víctima. En mayo de 2010, hace ya siete años, nos dirigimos por escrito al Juzgado de Violencia Doméstica de nuestra ciudad poniendo de manifiesto que los niños son también víctimas en los casos de violencia doméstica. De hecho nos atrevimos a afirmar que en situaciones de sospecha de violencia, incluso cuando las mujeres víctimas no reconozcan que los son, la autoridad judicial deberia actuar de oficio para la protección de los menores implicados o en riesgo. El mero hecho de que haya peleas y conflicto ya pone a los hijos en situación de víctimas y por ello deben ser protegidos. Tal es una puerta abierta a las actuaciones policiales y judicales que, lamentablemente, se utilizan pocas veces. Y luego pasa lo que pasa.
Esta semana pasada un luctuoso suceso ha elevado el nivel de la perversidad cuando un padre, con el propósito de dañar a su pareja, se ha arrojado por una ventana con su hija de apenas un año, resultado ambos muertos. Que el suceso haya tenido lugar en un centro asistencial añade complicaciones al caso y evidencias de descuidos no facilmente explicables. Y con ello responsabilidades que deberían depurarse.
El caso eleva a 23 las victimas infantiles recientes de la violencia llamada vicaria, como presentan algunas organizaciones feministas. Sin discrepar con el planteamiento, a nuestro entender esa violencia no es ni vicaria ni secundaria: está directamente dirigida con los niños: matar niños es matar niños, cualquiera que sea el móvil inicial, violencia doméstica, femenina, guerra o lo que sea. Quien mata niños no merece perdón. Ni presunciones de inocencia, ni consideración de trastorno mental ni atenuante alguno. Herodes.
X. Allué (editor)
Más sobre víctimas de violencia machista – La sanción de la ONU a España
De hace tiempo que sostenemos que en las situaciones de violencia doméstica, cuando hay niños, estos son siempre víctimas.
No sé que tienen en la cabeza (o en la próstata) los legisladores y los jueces, porque son siempre legisladores y jueces y no legisladoras y juezas, cuando evitan esa consideración que aparece como obvia: si alguien actúa con violencia contra una madre en el ámbito familiar en el que ejerce como tal, está violentando a sus hijos. Y eso en un país que se glorifica la maternidad por encima de muchas cosas. Todas las adoraciones mariológicas descansan en la función de madre de Dios. Pocos insultos superan al de mentarle la madre a alguien. ¿Será que los legisladores y jueces no conocieron o respetan a sus madres? En nuestra cultura se puede o no discutir si la condición de madre sitúaa la mujer en un plano superior en cuanto a consideraciones y derechos. Pero lo que es insoslayable es que la condición de madre se asienta en la existencia de hijos. Esos hijos que, cuando alguien maltrata a la madre que los parió, los convierte en necesarias víctimas del maltrato
La escasa o insuficiente respuesta que España ha dado a la Organización de las Naciones Unidas ante la reclamación de derechos de una víctima de violencia a quien el agresor asesinó a su hija (http://www.eldiario.es/sociedad/Espana-responde-ONU-violencia-medidas_0_352765754.html) incide en el distanciamiento que se mantiene entre madre e hijos en las situaciones de violencia doméstica.
El Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Elimination of All Forms of Discrimination Against Women CEDAW).) ha censurado a España por no actuar de manera diligente en la protección de una víctima de violencia de género, y de su hija, de 7 años, asesinada por el padre en una visita sin supervisión. La resolución, en un texto de 20 razonadas páginas en español (http://issuu.com/asociacionaspacia/docs/caso___ngela__dictamen) y traducido al árabe, al inglés, al chino, al ruso y al francés, deja bien claras las circunstancias de los hechos, la desatención del estado español y establece unas recomendaciones a introducir en la legislación y, en general. en las actuaciones de los poderes del estado.
Haciendo caso omiso a la exigencia de publicar y difundir las recomendaciones, lo referente a todo este asunto se ha silenciado con la excepción de algunas publicaciones, en cualquier caso de forma superficial.
Ésta falta de sensibilidad e incumplimiento de una decisión de un ámbito mundial como es la ONU, resta mucha credibilidad a las actuaciones de la actual administración del estado. Una más entre las muchas otras a las que nos vamos resignando en el día a día. Y que desde aquí recordamos a los profesionales, médicos, pediatras, educadores, trabajadores sociales y demás, que se dedican a la protección y cuidado de los niños para que las tengan presente ante situaciones de violencia en las que haya hijos/niños de por medio.
X. Allué (Editor)
Niños con riesgo X. Riesgos originados en el entorno familiar (3)
5 Marginación/pobreza. Un riesgo antiguo pero un riesgo creciente en la actual situación de recesión económica, como ya se ha dicho. Aunque de forma “relativa” en las sociedades avanzadas, se asocia a desclasamiento y mal vivir y es anuncio de encadenamiento de desdichas. Como que también está asociado a viviendas inadecuadas, la detección de condiciones de las viviendas debe poner sobre aviso de lo que está ocurriendo a los niños. El término «ghetto«, originario de los nucleos urbanos de poblaciones marginadas de etnia o religión judía en Europa por razones politicas y xenófobas, se aplica ahora a barrios de grandes ciudades donde las condiciones de vida encarcelan a sus habitantes como en los años 40 hacían los nazis en Polonia. «Favela«, «bidonville«, «banlieue«, barrio, cantegril, «colonia» o «repartos».
6 Inmigración/minorías étnicas. Además de arrastrar los riesgos de origen, generalmente por proceder de países de niveles económicos o sanitarios deficientes, el desarraigo, la ilegalidad, la marginación en ghettos o barrios, las dificultades idiomáticas y la distancia cultural sitúa a los niños inmigrantes y a los hijos de inmigrantes nacidos en el país de acogida en una situación de desventaja y riesgo.
7 Separación/divorcio. Aunque hoy dia casi el 50% de las uniones matrimoniales fracasan y se rompen y con ella la situación adquiereun cierto grado de «normalidad», lo cierto es que tanto durante el período previo por la situación de conflicto, como por el estrés de la crisis de separación, como por las dificultades económicas y sociales de los hijos de padres divorciados, la situaciones de fracaso de los matrimonios contribuyen a situaciones de riesgo para la salud de los niños.
8 Testigos de Violencia doméstica. La experiencia de ser testimonio de situaciones de violencia en general y de la que ocurre dentro del hogar es un determinante de Sindrome de Estrés post-traumático (SEPT) con repercusiones inmediatas y a largo plazo.
X. Allué (Editor)
Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión – 4 de junio
El 19 de agosto de 1982 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución ES-7/8 decidió conmemorar el 4 de junio Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión. La Asamblea General, «consternada ante el gran número de niños palestinos y libaneses que han sido víctimas inocentes de los actos de agresión de Israel», conmemora los niños víctimas inocentes de la agresión. El propósito del día es reconocer el dolor que sufren los niños en todo el mundo que son víctimas de maltratos físicos, mentales y emocionales. Este día reafirma el compromiso de las Naciones Unidas de proteger los derechos del niño, al lado de la celebración cada 20 de noviembre del Dia Internacional del Niño.
Evidentemente se ha ampliado el concepto y desprovisto de la natural carga política que tiene la situación del conflicto israeli-palestino y se ha referido a todas las situaciones en las que los niños sean víctimas de agresiones, muy concretamente los malos tratos en sus diferentes formas. Algo se pierde también en la traducción al español cuando se enfatiza «victimas inocentes» que podría sugerir que otras víctimas pudieran no ser inocentes. Desde este blog hemos defendido que los niños incluso cuando son los protagonistas actores de agresiones o violencia como los niños soldado, o los matones escolares («bully») o los menores delincuentes, son primero víctimas, y como tales, necesitados de atención. Las consideraciones de la «inocencia» queden abiertas a discusión en otros ámbitos, jurídicos o éticos.
En todo y cualquier caso, la protección de los menores contra las agresiones debe primar sobre todo. Y no sólo por el daño inmediato que causan sino también por los efectos a largo plazo, incluso trans-generacionales si entendemos que la Epigenética, cuando las agresiones producen alteraciones en forma de metilación de las bases del DNA que se van a incorporar al genoma y condicionar actitudes violentas en la descendencia.
X. Allué (Editor)
Más sobre modelos de familias
Que Rick Santorum se haya apeado de la lucha por la nominación del Partido republicano (GOP) en las elecciones primarias de ese partido a la presidencia de los Estados Unidos de América (del norte) igual pilla lejos a este blog de Pediatría social. Pero no tanto las referencias continuas de este político a que él representaba la defensa del modelo tradicional de familia.
El señor Santorum, católico practicante y padre de una numerosa familia, mantiene una idea de la familia “tradicional”, un modelo culturalmente limitado a unas circunstancias sociales muy concretas. Quizá sí que sea “tradicional”, pero muy seguramente limitado en el tiempo y en el espacio.
El modelo occidental de familia “nuclear” carece de predominancia en la historia y en la geografía. Amplios períodos históricos y una considerable diversidad geográfica lo muestran. Y probablemente también de ventajas significativas, más allá de la autocontemplación y autosatisfacción. Ni siquiera los modelos que han podido ser la familias de máxima representación como son las familias reales, de las instituciones monárquicas, responden a ideales recomendables. Las monarquías de la historia, que basan su pervivencia en factores biológicos como la procreación de herederos, no se han distinguido precisamente por mantener una familia “nuclear”. Más bien al contrario, han prevalecido los intereses puramente biológcos de concebir varones a la estabilidad de las reales parejas. Mal modelo.
Otra cosa es que para la especie, la especie humana que, según Eudald Carbonell aún no hemos llegado a ser, la procreación en pareja tenga sus ventajas filogenéticas. Pero nos da la impresión que eso sólo resulta válido para cuando la pervivencia de la especie, a la vista de la tremenda mortalidad infantil, podría depender de la multiplicidad de hijos.
La defensa de la familia tradicional, biparental, heterosexual, prolifica y estable parece justificarse en si misma, sin tener en cuenta que muchas de las lacras que todos lamentamos se producen precisamente en su seno; la más llamativa es la de la violencia doméstica que, por estúpidamente obvio, no va a tener lugar en la familia monoparental. O, igualmente, el divorcio.
Los pediatras, y en realidad toda la sociedad, debe esmerarse en la defensa de las familias monoparentales del mismo modo que las familias tradicionales. Y, en cualquier caso, evitar contradicciones como cuando en las consultas de los CAPs y los servicios de Urgencias se exige “un solo acompañante por niño”.
X. Allué (Editor)
Romperle la cabeza a un niño por desesperación
Los malos tratos a los niños no tienen justificación alguna. Ninguna excusa es válida cuando un niño es víctima de negligencia, abusos, palizas o intoxicaciones.
Pero cuando se analizan las causas de porqué los adultos maltratan a los niños, se encuentran asociaciones con circunstancias de la vida diversas.
Los malos tratos ocurren en todos los ambientes, en todos los países y entre todas las clases sociales, pero la incidencia se incrementa cuando las familias se encuentran en circunstancias difíciles, cuando la competencia de los padres es dudosa o cuando median circunstancias como problemas de salud mental, toxicomanías o delincuencia.
Es fácil entender que individuos con comportamientos asociales, que no muestran respeto por las normas y las leyes, que no se respetan ni a ellos mismos cuando abusan de sus propios cuerpos, respetaran menos a los menores a su cargo.
Sería bueno creer que en circunstancias de gran distrés, accidentes y catástrofes se cumpliera aquello de “las mujeres y los niños, primero” de los naufragios antiguos. Lamentablemente no siempre va a ser así. Cuando se producen dificultades y contratiempos que se alargan en el tiempo, aún es más fácil que los débiles sufran los efectos tanto de forma indirecta como directa como víctimas de la ira de los más fuertes.
La revista Pediatrics publica este mes un interesante estudio de Rachel Berger que relata la incidencia de traumatismos craneales (TCE) como resultado de malos tratos en tres regiones de los Estados Unidos relacionándolo con la recesión económica y el efecto del desempleo. Se incluyen como TCE tanto las fracturas como las consecuencia de un zarandeo en bebés pequeños (Shaken baby syndome) Se detecta un incremento de los TCE producto de malos tratos al comparar el período de recesión con los tiempos anteriores. Aunque no alcanza a relacionar la mayor o menor tasa de desempleo de cada condado concreto de los 74 condados estudiados, el resumen indica que la desazón de los padres, las frustraciones ligadas al desempleo, las privaciones del empobrecimiento lo acaban pagando los niños.
La tremenda recesión económica que se vive en nuestro país—aquí la llamamos “crisis”—de buen seguro que ha podido tener consecuencias similares. Sin embargo no es fácil de cuantificar a menos que se haga un seguimiento específico cuando aún los casos de malos tratos registrados y denunciados son todavía sólo una parte de la realidad.
En cualquier caso desde aquí nos unimos a la recomendación final del artículo mencionado en el sentido de que, teniendo en cuenta las tremendas consecuencias de los TCA a corto y medio plazo, se deben incrementar los recursos sociales para la detección y seguimiento de los malos tratos infantiles y los médicos que tratan niños deben incrementar su sensibilidad para detectar esas situaciones.
X. Allué (Editor)
En la violencia de género no hay una única víctima
Hace ya un tiempo ( Noviembre 2009) escribimos un post sobre los daños colaterales de la violencia doméstica con referencia a la actividad de la organización Save the Children en este ámbito. Lamentablemente algunas cosas cambian poco.
La misma organización ha publicado el pasado febrero un extenso informe con el título de este post en el que aborda ampliamente los aspectos de esta lacra. A lo largo de 105 páginas relata experiencias y ofrece informaciones y recomendaciones sobre el tema en un estilo fácil y ordenado, aportando una amplia bibliografía.
Para tenerlo a mano.
X. Allué (Editor)
La contabilidad de los niños muertos
Parece que sí que alguien lleva la cuenta. EL PAIS publica hoy una noticia de la Agencia EFE que informa de que en los últimos 10 años 64 niños han muerto a manos de sus padres (http://www.20minutos.es/noticia/907248/0/veinte/ninos/muertos/). Pero sólo en este año han muerto ya veinte!!!
¿Alguien se atreve a insertar una linea de tendencia?
X. Allué (Editor)
Más niños muertos, asesinados, en España
Una de las entradas más visitadas de este blog es la del 5 de noviembre sobre el Maltrato Infantil Extremo ( https://pedsocial.wordpress.com/2010/11/05/ninos-muertos-maltrato-infantil-extremo/ ) Un par de días después, el 7 de noviembre la prensa publicaba la noticia de la muerte de otro niño degollado por su madre en Fuenlabrada (Madrid). Ahora ha sido otra madre la que ha acabado con la vida de sus hijos de 11 y 9 años en Valladolid.
No estoy seguro de que nadie lleve la cuenta. Mis habilidades consultando los datos del Instituto Nacional de Estadistica no son muy elevadas, pero no parece que tengan datos posteriores a 2003 y estos no estan separados por edad.
Claro que es posible que este mes pasado haya habido un brote de asesinatos de menores. El otoño produce un incremento de las depresiones, la crisis económica lo pone todo fatal, y vete a saber que más, pero si han matado cinco niños en un mes ¿estamos hablando de 60 niños asesinados al año?
No tengo respuesta a esa pregunta, pero no tengo la sensación de que esté exagerando. Simplemente que no hemos puestos los casos juntos y no sabemos lo que pasa. O no lo queremos saber.
¿O no? Y no vale considerar que en otros tiempos (ver foto) o en otros lugares (ver gráfico) los niños muertos sean muchos más.
Aquí y ahora no son tolerables.