Oro, incienso y mirra
La celabración actual de las fiestas saturnales, o del solsticio de invierno, o comoquiera que se las conisdere han venido a dar en una celebración social con notables ribetes pediátricos.
La conmemoración cristiana de un natalicio asociada al nacimiento del nuevo sol del nuevo año nos ha llevado a dedicar enormes recursos de nuestra sociedad consumista al regalo de los niños.
Ya sea San Nicolas, el obispo español, Santa Claus (que viene a ser lo mismo: Sant-i-nicklaus, vestido de rojo por la Coca-Cola Company) el «tió» de las masias catalanas que, literalmente, caga regalos o la fiesta de los Reyes magos, lo que priva es ofrecer regalos a los niños del mundo occidental.
A mi personalmente la festividad que me atrae más es la de la Epifania por toda su carga simbólica. En los paises anglosajones, los tres personajes no son tanto «reyes» sinó hombres sabios (The Three Wise Men). Los presentes que traen son el oro para el rey, el incienso para el el dios y mirra para el hombre, según la tradición cristiana. O en otra versión, el oro de la seguridad económica, el incienso del honor y de la gloria y la mirra como medicamento para el cuidado de la salud.
Desde el prisma de la Pediatria Social podemos verlo igualmente como el oro de los recursos, el incienso de la atención y la mirra de los cuidados.
En cualquiera de los casos, desde este blog podemos desearles a todos los niños que los Reyes Magos, hombres sabios, les sean propicios.
[…] Epifanía es demostración, la muestra. La Epifanía ante los Reyes Magos, quienes aportaron oro, incienso y mirra, tal y como aparece en el evangelio según San Mateo (2, 1-12). Como explicamos en un post hace […]
Epifanía o lo que queráis | Pediatría social
6 enero 2016 at 17:55