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Blog de Pediatria Social

Archive for octubre 2017

Los husos y los usos horarios

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El tiempo además de ser una realidad, una constante física, es una constante social y ofrece un amplio campo de consideraciones. No menos en la vida de los niños, tanto más cuando la condición de «niño» tiene una evidente connotación temporal. Se es niño durante un tiempo, aunque algunos mantienen con contumacia comportamientos que, de niño, sólo tienen la inmadurez.

Pero los niños viven en el tiempo social en que las convenciones han dado en asignar medidas y establecer límites. Aparte de unas más o menos metafísicas dimensiones de pasado, presente y futuro, las convenciones han diseñado medidas en función de ciertas constantes universales, cósmicas, como son las determinadas por la gravitación universal para los cuerpos celestes, que incluyen este nuestro pícaro mundo. Así, se atribuyen porciones de tiempo a fenómenos, como las vueltas que da la tierra alrededor de nuestro astro más próximo como una especie de pleitesía gravitacional, que llamamos años. O a la pirueta danzarina de dar vueltas sobre sí misma que tiene la tierra, y a cada vuelta llamamos día. Como la apariencia de unas y otras es que lo que se mueve es el sol y en el principio del holoceno había demasiado trabajo cazando mamuts–o conejos–para pensar en otra cosa, ya vino bien adaptar la vida a la luz y a los cambios de estación que el hallarse más cerca o más lejos del sol viene a determinar. Luego se dio en fraccionar años y días según conveniencias, en ocasiones demasiado veleidosas, hasta que hace unos dos mil años, un hombre prudente aunque autoritario, decidió poner un cierto orden que sirviera para todos. Cayo Julio César era un político que, también, ejerció de militar. Cuando alcanzó cierto poder, se hizo nombrar Pontífice Máximo. «Pontifex» viene de los que hacen, o mejor, controlan los puentes, que con el tiempo se habían adscrito el control de los puentes entre éste y el otro mundo. Y, con ello, formado una cierta casta o congregación organizada para un negocio de gran rendimiento, puesto que vendía intangibles. O sea los clérigos. Como tal organización y en normal evolución de las organizaciones, dieron en servir mejor sus propios intereses que los de la gente, y con ello produjeron irregularidades e inconveniencias. Cuando Cayo Julio tuvo la oportunidad, y harto de que las fiestas movibles alterasen sus planes o sus proyectos de campañas militares, decidió cortarles las sesudas cabezas a los clérigos y con unos cuanto técnicos asesores, respetando las festividades que eran populares, organizó la distribución del tiempo de la manera que le pareció racional: empezando por el principio, que en latín es kalendas. De ahí el calendario que, como era suyo, acabó denominándose Juliano. Los romanos eran gente práctica y habían denominado los meses, los cambios de luna, por números. Pero los curas habían asignado algunos a ciertos dioses por las cosas de la devoción y eso se hacía difícil de cambiar. Para cuadrar las lunas con el giro de la tierra sobre el sol, se inventó un par más de los diez que existían: uno con su nombre Julio. Y luego su sobrino Octavio hizo lo mismo con el siguiente, agosto, por Augusto. Los que sobraban siguieron con numerales. El séptimo, septiembre. El octavo, octubre. El noveno mes, ese dichoso que /comienza en los Santos /y acaba con San Andrés , noviembre. Y el décimo, diciembre. Dió al año 365 días y así nos ha servido hasta ahora, con discretas modificaciones, al menos en esta mitad del mundo tardo-romano en el que vivimos. En otras partes, notablemente los chinos, que son muy suyos, o los musulmanes que hicieron otras cuentas, usan los propios. Pero para los negocios, se han adaptado al calendario de Julio César.

Las horas del día para los romanos era una división un tanto arbitraria. Se nombraban por ordinales: primera, segunda, etc., hasta doce. Pero como mediterráneos al fin y al cabo y gente sin prisas, sólo las contaban de dos en dos: prima, tercia, sexta, nona, etc. San Benito, un abad con unos cuantos frailes desocupados o perezosos, estableció que las horas eran para cumplirlas con rezo o ocupación y, a toque de campana, reguló la jornada.

Cuando el mundo se hizo más pequeño y unos intrépidos marinos se empeñaron en darle la vuelta en barco, se fue haciendo evidente que los tiempos de los dias se iban moviendo según el giro de la tierra, y que la división en horas fijas sólo servía para sitios concretos. Es esta tozuda tirania del espacio, que no se mueve aunque lo haga el tiempo. Para cuando consiguieron relojes de precisión y se anunciaba el siglo de las luces, se pudo distribuir el mundo en veinticuatro zonas, que pintadas en el globo terráqueo, adquieren forma de huso: los husos horarios.

Esa veleidad de la gramática española que permite que fonéticamente suene igual «huso» que «uso», también debiera permitir que cada cual hiciese el uso del huso que más le conviniese. No es así, sin embargo y la pasada noche del sábado hemos vuelto a ser víctimas de una arbitrariedad: el cambio de hora. De los horarios ya hemos comentado en más de una ocasión) https://pedsocial.wordpress.com/?s=Horarios ) en este blog. Pero es que fue en los años setenta del pasado siglo que los propietarios de los principales yacimientos de petroleo del planeta, unos señores vestidos como los Reyes Magos, decidieron cambiar, o sea subir, el precio de su principal riqueza. Como ya habían ganado dinerillo, sus niños habían ido a estudiar a Princeton, a Harvard o a Oxford, y ya sabían de ese misterio de la oferta y la demanda, y de que el precio de las cosas y el valor no es lo mismo. Así que con un gesto contable pusieron en un Ay! las economías occidentales , todas ellas opulentas y grasas, de mantequilla y también de petróleo. Las respuestas histéricas de lo que llamaron «el shock del petróleo» llevaron a reacciones diversas. Entre ellas la de intentar cambiar las costumbres de la gente cambiando los horarios del día y de la noche. La suposición era que con ello se ahorraba luz del día: «Daylight Saving Time«, una majadería inmensa porque la gente enciende o apaga la luz según se vea o no.Y todo ello desde las culturas del norte del hemisferio norte, que en invierno se levantan de noche y se acuestan cuando hace horas que ha oscurecido, sin tener en cuenta que hay mucha gente civilizada, que vive en las proximidades del trópico y que tienen dias y noches formales y regulares de 12 horas. El ahorro lo valoraron en unos 80 céntimos de dolar USA por persona. En aquella época yo no era precisamente rico, pero 80 céntimos al año me pareció una miseria y estaba dispuesto a dárselo a quien fuera y que me dejasen en paz. Recientemente se ha valorado en unos 13 cents. Por 13 cents. me tengo que aguantar y llegar tarde al partido de fútbol, o demasiado pronto a una cita incierta, o perder el bus al trabajo un lunes somnoliento de primavera, que además llueve.

A eso se suma la arbitraria distribución de los usos de los husos horarios. Eso lleva a compartir la hora a gente muy diversa y muy distante. Resulta que Varsovia y Vigo tiene la misma hora, a 3200 km. de distancia, mientras que hay una hora de diferencia entre Vigo y Viana do Castelo que está allí al lado. Los navegantes ingleses impusieron en la época del imperio británico que la hora se midiese desde un barrio de Londres. Greenwich es una zona muy agradable de la gran ciudad, y en Blackheath Avenue tienen el Royal Observatory, que es desde donde se marca el inicio de los tiempos…! Luego resulta que, en realidad el día comienza en un remoto archipiélago polinesio, pero como alli no vive nadie, pues ni caso.

El meridiano de la hora cero pasa por aquí cerca, concretamente por Bujaraloz, que yo lo he visto cruzar la autopista, y se sale de la península por el Grao de Castellón, hacia abajo en el mar Mediterráneo. Eso hace que la mayor parte del territorio peninsular esté al Este (ojo a los acentos!!) y lo lógico es que le correspondiera el huso horario GMT. Pero el último dictador que andaba en líos con los nazis de Alemania, decidió que era mejor alinearse con Hitler en vez de con el Madrid republicano o con Londres, y cambió la hora. Y así andamos. Ya veremos qué sucede cuando se den cuenta de que, y en realidad, llevan la hora catalana, porque sólo Cataluña y Baleares están realmente en el huso horario de GMT +1. «Lo» de Canarias es como una especie descuento sin significado porque siempre es «menos», sólo para liar a los locutores de radio noveles.

A los niños todo este lío les deberia tener sin cuidado. Pero entre todos hemos decidido someter a los más jóvenes a una férrea disciplina, a la tiranía de lo que marcan artilugios mecánicos (ahora electrónicos) como son los relojes y la credibilidad que les damos los adultos. Los tiempos biológicos tienen su propio desarrollo. y su ritmo ciertos misteriosos condicionantes que hemos llamado ritmos, que con la manía de las esferas del reloj, de las manillas que dan vueltas, circadianos porque dan vueltas cada día. Los animalicos de costumbres, si se les alteran sus ritmos, se les alteran ciertos estímulos, acaban resintiéndose. Esto de los cambios de hora molestan y hasta desazonan a los niños más allá de lo deseable, siendo lo deseable que los dejen en paz. Algo menos en otoño que en primavera, que se les obliga a dormir una hora menos, pero siempre más allá de lo necesario, en aras de un supuesto ahorro que sólo cuantifican las empresas de suministro eléctrico, que ya tienen más que calculado como sacar cada día más beneficio, con cambios horarios o sin ellos.

A ver cuando se acaba esta broma.

X. Allué (editor)

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30 octubre 2017 at 8:00

«Zona escolar»

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Speed limitUna revisión en el entorno próximo de las causas de mortalidad infantil en este ya adentrado siglo XXI destacan de nuevo los accidentes de tránsito y, entre ellos, los atropellamientos. La colisión de un vehículo a motor manejado por un conductor con, o contra, el delicado cuerpo de un niño suele tener consecuencias catastróficas. Siempre para el niño. Al cambio, pocas veces llegan noticias sobre las consecuencias legales sobre el conductor. La notoria movilidad e impredictibilidad de los niños favorece la calificación de «accidente» a esos acontecimientos. Como los conductores suelen estar protegidos por compañías aseguradoras, el tratamiento del accidente acaba con una valoración actuarial y la consiguiente indemnización económica. Me dicen la gente de las aseguradoras que un niño muerto suele salir por 80.000€. 100.000 si median algunas circunstancias.

Volved a leerlo: a 100.000€ el niño.

No tengo estómago para comentarlo. Hace un tiempo ya publicamos una entrada sobre «Porqué los niños no pueden ir al cole andando«. Era el dia después de los Reyes de 2015 y se ofrecían unas claves sociales de que ir al cole en este país sea un riesgo para la salud y la supervivencia infantil. No ha cambiado nada.

X. Allué (Editor)

 

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24 octubre 2017 at 7:51

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Carta del Presidente de la Sociedad Española de Pediatria Social- XXIII Congreso

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Apreciados/as compañeros/as:

Somos conscientes que en las últimas semanas estamos viviendo momentos complicados a nivel social y político.

Desde la Sociedad Española de Pediatría Social queremos manifestar que tenemos por único objetivo, el bienestar de la infancia y la adolescencia más allá de cualquier frontera y diferencia.

Tenemos la oportunidad de dar ejemplo, y demostrar que podemos trabajar para un bien común con respeto y tolerancia.

Por todo ello, os animamos a participar en el XXIII Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Social que se celebrará en el Centre Cultural Terrassa, los días 17 y 18 de noviembre de 2017.

Os esperamos con los brazos abiertos en Terrassa.

Jesús García Pérez
Presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social

 

 Pulsa aquí para inscribirte

 Pulsa aquí para descargar el programa.

 

 

 

Desde aquí podemos comentar que el XXIII Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Social ofrece una excelente oportunidad no sólo de actualizar conocimientos y, como dice el logo del congreso, tejer alianzas, sino también de conocer realidades como las que se intuyen en el primer párrafo de la carta de nuestro presidente.  En medio del ruido «mediático» y las tensiones políticas, los médicos catalanes, y así lo han manifestado publicamente los Colegios Oficiales de Médicos y el Consejo general, estamos dolidos porque el gobierno del estado se ha permitido dudar de la probidad y responsabilidad ética en relación a los heridos y lesionados en el curso de las actuaciones policiales el 1 de octubre. Todos los pacientes asistidos recibieron atención y de todos ellos se cursaron los perceptivos partes de lesiones. Y cada centro informó debidamente de lo que atendió. Si fueron «muchos» o «pocos» es para valoraciones políticas poco prudentes, que no nos atañen. Uno sólo ya es demasiado, como cualquier lesionado cualquiera que sea la circunstancia.

La profesionalidad está por encima de las circunstancias. Y el lugar donde decidamos reunirnos, mientras sea un país libre, es siempre válido. Únicamente que es posible que alguna circunstancia pueda convertir el congreso en internacional.

 

X. Allué (Editor)

 

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17 octubre 2017 at 9:52

Adoctrinamiento

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Los pediatras sociales podemos, y es posible que hasta debamos, hacer abstracción de la ideología, religión o adscripción étnica de los pacientes a nuestro cargo. Hacer abstracción no significa ignorar. Sólo evitar enjuiciar, porque como componentes de la realidad social, a menudo inciden en la patología o los problemas de los niños. En la dedicación continuada a proteger a los niños y sus derechos contra todo y contra todos no se pueden escatimar esfuerzos. Aunque hay que hacerlo con tiento y en el respeto a la reconocida libertar de culto, opinión, expresión (que no es lo mismo: opinión tiene, como el culo si se me permite, todo el mundo. Expresar esa opinión sólo tiene uso de quienes así hacen.) o no ser discriminado por razón de sexo, etnia, etc.

Los ejemplos de áreas de fricción abundan, como cuando se argumenta que la mutilación genital (por cierto, femenina y masculina, según sea el profeta que se siga) tiene una justificación religiosa, o cuando se segrega por sexos en los colegios, se imponen vestimentas, también etcetera.

Una parte compleja es la valoración de lo que puede hacer de los derechos de los niños el adoctrinamiento. Ya sea en el ámbito familiar, la escuela, el seminario, madrasa,  yeshiva, o cualquier otra escuela confesional, el propósito central de la educación doctrinal es la inducción de principios concretos y, a menudo excluyentes, que modulan las ideas y el comportamiento en ámbitos que, en las religiones integristas, exceden el puramente religioso. Similar es, en los estados totalitarios principalmente, el adoctrinamiento político.

Los que lo hemos sufrido nos podemos considera supervivientes de la libertad. Pero no olvidamos las dificultades administrativas causadas por haber incluido en nuestra formación, en el bachillerato y en los estudios superiores, las asignaturas de Formación del Espíritu Nacional con la misma categoría que la Anatomía o la Patología Quirúrgica. Traducir el expediente académico a otros idiomas, de paises democráticos, resulta casi imposible si no se acompaña de una explicación vergonzante.

Es de lamentar que, en paises de democracia incipiente o incompleta, la utilización de los niños en actividades supuestamente políticas, ponga en evidencia limitaciones de los derechos de los niños. Hace unas semanas lo hemos manifestado en la entrada del blog dedicada a los derechos de imagen de los menores por parte del estado. Por cierto que ese post es el que más visitas ha tenido en lo que va de año: más de 6.000!!, de lo que nos congratulamos. La presencia de niños en las manifestaciones en Cataluña también merece críticas. Como las merece la denuncia de que en un sistema escolar concreto, por utilizar una lengua tan oficial como el español, se califique de adoctrinamiento la enseñanza.

Los pediatras sociales podemos y debemos hacer abstracción de muchas cosas, pero mantenemos la obligación de denunciar los abusos que afectan a los menores.

X. Allué (editor)

 

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9 octubre 2017 at 8:20

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Elna

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La Maternidad de Elna, también conocida como Maternidad Suiza (en francés Maternité Suisse d’Elne) fue una institución fundada en 1939 por la enfermera suiza Elisabeth Eidenbenz en la comuna francesa de Elna, que permitió el nacimiento de 400 niños cuyas madres, refugiadas de la Guerra Civil Española, se encontraban internadas en campos de concentración del sureste de Francia. También hizo lo propio con 200 más, hijos de mujeres judías perseguidas por el nazismo, durante la Segunda Guerra Mundial. Fue cerrado por la Gestapo en 1944, tras haber ayudado a nacer a 597 bebés.

Hace pues setenta y ocho años que alguien se preocupó por la asistencia al parto en un centro hospitalario, en medio de unas circunstancias terribles y unas penurias de difícil descripción. Cuando ahora se oyen propuestas de partos domiciliarios nos entran algunas dudas sobre su oportunidad. Sí, ya sé que yo nací en el dormitorio de mis padres, en un primer piso, enfrente de Correos, en una pequeña ciudad y por aquí sigo, con una buena parte de mis neuronas intactas. Pero sin la iniciativa de frau Eidenbenz, probablemente pocos de esos casi seiscientos niños hubiesen tenido una oportunidad de supervivencia.

Ah!, por cierto: en Elna es donde estaban las urnas del referendum catalán, que anduvieron buscando policias y guardias civiles varias semanas, sin éxito. Mira que cosas.

X. Allué (Editor)

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5 octubre 2017 at 6:01

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La violencia como método persuasivo. Día Internacional de la No Violencia

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Hubo un tiempo en el que los castigos corporales formaban parte de los métodos educativos. Barbaridades como «la letra con sangre entra«, azotar a los niños con correas, con el puntero o la regla de dibujar, la doctrina de «una bofetada a tiempo(sic!)», o los coscorrones con los nudillos, fueron recursos para modificar conductas o para imponer enseñanzas, que no conocimiento, a los niños.

Las sociedades tardaron un tiempo pero, en la actualidad, la violencia física ha desaparecido de las aulas u otros espacios educativos. Y también en el seno de ls familias. Los derechos de los niños se han extendido y el uso de métodos físicos han entrado a formar parte de los malos tratos infantiles, siendo abandonados en todas las sociedades occidentales.

O quizá en todas no. El gobierno del estado ha decidido que utilizando la violencia de fuerzas policiales se puede reprimir el pacífico ejercicio de la convivencia que consiste en utilizar urnas y papeletas para expresar su opinión política sobre como debe ser su futuro. Tal ha ocurrido en Cataluña tras los intentos fallidos de interceptar urnas y papeletas para que no llegasen a los colegios electorales. Con ello, las fuerzas policiales asaltaron los locales de votación para incautarse de los elementos utilizables para las votaciones. Y para ello utilizaron la violencia física contra pacíficos ciudadanos con golpes, proyectiles de goma, porrazos, tirones de pelo, patadas y pisotones. Y ello sin tener en consideración edades, estados físicos o actitudes. Por los resultados, si pretendían modificar la voluntad de los ciudadanos en la calle, no se puede decir que tuviesen mucho éxito. Poca resistencia debieron encontrar cuando, en todos los altercados, no se produjo ni una sola detención pero, eso sí, un millar de heridos y contusionados.

La foto que acompaña esta entrada de blog (y el video que puede verse en https://www.youtube.com/watch?v=KexACr3j-xA)corresponde al pequeño pueblo de la comarca del Alt Camp, donde tuve la oportunidad de votar, Vilabella. Este municipio de 761 habitantes, instaló el colegio electoral en la escuela local, que aparece en segundo plano en el video. Los más de 50 guardias civiles que asaltaron el pueblo no consiguieron llevarse nada de la escuela y se retiraron, después de golpear a unos cuantos vecinos y conseguir la repulsa de todos. A la conclusión de la jornada votaron 458 ciudadanos. Los resultados los dejo a vuestra imaginación o curiosidad.

Si alguien cree que a palos se va a cambiar la manera de pensar de la gente o que alguien vaya a aprender algo que no sea un disgusto, tendrá que hacer algún esfuerzo de racionalidad que, evidentemente quienes ordenaron la represión policial no hicieron.

Hoy, 2 de octubre, celebran las Naciones Unidas el Dia Internacional de la No Violencia, con una llamada a la paz, la tolerancia, la comprensión y la no violencia. Desde este blog, que con frecuencia nos referimos a los Dias Mundiales que organizaciones internacionales como la UNICEF, la OMS y otras conmemoran, tenemos hoy más motivos para hacerlo.

X. Allué (Editor)

 

Written by pedsocial

2 octubre 2017 at 13:10