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El derecho a la imagen de los niños

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En las secuelas de los ataques terroristas de Cataluña de la semana pasada, en algunos medios se ha suscitado la polémica sobre la publicación de la imágenes de las víctimas. Y más concretamente de las imágenes de las víctimas infantiles. En general, los medios responsables mantienen el acuerdo de que las imágenes de los niños debe aparecer «pixeladas» o tapadas de alguna forma, entendiendo que el derecho a la intimidad de los menores tiene un valor superior. Tal acuerdo se extiende habitualmente incluso a las llamadas «revistas del corazón», también conocidas como «del colirín», cuyo contenido gráfico suele superar con mucho el literario.

Desde este blog defendemos enfáticamente el derecho a la privacidad de todos los niños y en todas las circunstancias. Incluso ponemos en cuestión que tal derecho pueda levantarse por una autorización previa de los padres o tutores del menor, como también lo hemos hecho en el entorno de las autorizaciones para procedimientos asistenciales médicos. Pueden ser delgadas líneas rojas a la hora de saltárselas, pero preferimos que no se haga, por delgadas que sean.

Por todo ello somos especialmente críticos cuando las autoridades, legítimas o no, aprovechan situaciones de notable dramatismo para utilizar imágenes infantiles con propósitos dificilmente justificables.

La foto que acompaña a este blog ha sido publicada en múltiples medios, tanto impresos como digitales y en ella se contempla a un miembro de la realeza saludando a un niño hospitalizado, víctima de los mencionados ataques terroristas. Aunque nosotros la hemos tapado, la cara del niño aparece visible en todas las reproducciones que hemos podido ver, en flagrante desprecio del mencionado derecho a la intimidad de los niños. Pero nos hemos permitido resaltar con un círculo rojo una imagen en segundo plano que muestra a otro paciente, que ostensiblemente se está ocultando bajo las sábanas. Uno se pregunta porqué. ¿No quiso que le vieran?, ¿Era feo? ¿Estaba aterrorizado?…

Lo que resulta evidente y obvio, es que la visita a las víctimas tenía por objeto obtener una imagen para los medios.

Una larga vida en hospitales nos ha dado la oportunidad de ver la misma escena repetida. En 1996 y tras un atentado de ETA en un aeropuerto cercano, varias víctimas fueron ingresadas en mi hospital. Los niños en mi servicio. La tarde del día siguiente apareció por la planta un indivíduo que parecía espiritado, moviéndose nervioso, abriendo puertas y ventanas hasta que el personal le detuvo. Un personaje flaco y más bien bajito, anunció que era del servicio de protocolo del ministro del Interior y que venía a preparar la visita de su jefe a los pacientes ingresados. En aquel momento solo permanecía ingresada una niña inglesa con su madre, simplemente en observación porque no habia sufrido ningún daño, aparte del tremendo susto. El tipo desapareció con la misma rapidez que había llegado y. como al cabo de una hora, se presentó una pequeña muchedumbre de cargos ministeriales, un par de polis y media docena de periodistas con cámaras. Enmedio el ministro Mayor Oreja, del que lo más notable era la abundante caspa que adornaba los hombros del terno azul oscuro, casi negro, que portaba. Les increpé por lo intempestivo y ruidoso de la visita, pero no pude impedir que entraran todos en tropel en la habitación de los ingleses. El ministro se dirigió a la familia en correcto español, faltaría más, de lo que, también naturalmente, la familia no entendió nada, que para algunos lo de Babel continua activo. El personajillo más arriba mencionado produjo un hermosa caja de bombones que el Mayor Oreja le ofreció a la niña, un poco sorprendida y al tiempo alborozada por la atención recibida. Y, en un cierto desorden, salieron de la habitación. En esto, un pequeño revuelo dio paso a la aparición del equipo de TVE que, como suele ser habitual, habían llegado tarde al evento. El ministro, que podía haberse quejado, no se arredró. Volvió a entrar en la habitación, arrebató la caja de bombones de las manos de la niña que aún no habia tenido tiempo de abrirla, y repitió la escena de la entrega, esta vez para las cámaras. No me contuve y dije en voz alta: «¡Vaya huevos tenéis, todos juntos!» y, como en el famoso soneto cervantino, el Mayor Oreja «…/miró al soslayo, fuese y no hubo nada

X. Allué (Editor)

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23 agosto 2017 at 16:48

Derechos de los niños-lo dice la ley

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imagesArtículo 30. Derecho a la identidad, al nombre, a la nacionalidad y a conocer los orígenes.

1.Los niños y los adolescentes tienen derecho a su identidad personal y sexual, y a tener un nombre y una nacionalidad, desde su nacimiento.

2.Los niños y los adolescentes tienen derecho a conocer su origen genético, padres y madres biológicos y parientes biológicos.

3.Los niños y los adolescentes tienen derecho a solicitar a las administraciones públicas competentes la documentación que les permita acreditar su identidad.

Artículo 31.Libertad de expresión.

1.Los niños y los adolescentes tienen derecho a la libertad de expresión en los términos constitucionalmente establecidos. Esta libertad de expresión tiene su límite en la protección de la intimidad y la imagen del propio niño o adolescente.

2.El derecho a la libertad de expresión de los niños y adolescentes se extiende especialmente a:

La publicación y difusión de sus opiniones. La edición y producción de medios de difusión. El acceso a las ayudas que las administraciones públicas establezcan con el fin de fomentar la libertad de expresión.

Artículo 32.Acceso a la información.

1.Los niños y los adolescentes tienen derecho a buscar, recibir y utilizar la información adecuada a su edad y condiciones de madurez.

2.Los padres y las madres, los titulares de la tutela o de la guarda y los poderes públicos deben velar porque la información que reciban los niños y los adolescentes sea veraz, plural y respetuosa para con los principios constitucionales.

3.Los padres y las madres, los titulares de la tutela o de la guarda y, en última instancia, los poderes públicos deben proteger a los niños y adolescentes de la información y el material informativo perjudiciales y, especialmente, cuando puedan acceder a los mismos mediante las tecnologías de la información y la comunicación.

Artículo 33.Libertad de pensamiento, conciencia y religión.

1. Los niños y los adolescentes tienen derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión en los términos constitucionalmente establecidos.

2.Los padres y las madres, los titulares de la tutela o que tengan la guarda y los educadores tienen el derecho y el deber de cooperar para que los niños y los adolescentes ejerzan esta libertad, de modo que contribuyan a su desarrollo integral.

Artículo 35.Libertad de asociación y reunión.

1.Los niños y los adolescentes tienen derecho a constituir asociaciones infantiles y juveniles y a ser miembros de las mismas. También tienen derecho a ser miembros de organizaciones juveniles de partidos políticos y sindicales, de acuerdo con la legislación vigente y los estatutos de estas organizaciones, y a participar activamente en las mismas de acuerdo con sus condiciones de madurez.

2.Ningún niño o adolescente puede ser obligado a ingresar en una asociación ni a permanecer en la misma contra su voluntad.

3.Los niños y los adolescentes tienen derecho a participar en reuniones públicas y manifestaciones pacíficas.

Artículo 36. Derecho a la protección del honor, la dignidad, la intimidad y la propia imagen.

1.El niño o el adolescente tiene derecho a la protección del honor, la dignidad, la intimidad y la propia imagen.

2.Hay que preservar a los niños y a los adolescentes de la difusión de sus datos personales, de la difusión de imágenes que atentan contra su dignidad y de la explotación económica de su imagen.

3.Los poderes públicos deben velar, con especial interés, por el derecho a la intimidad y al honor de los niños y adolescentes, especialmente de aquellos que han sido objeto de agresiones sexuales, maltratos o cualquier otra experiencia traumática.

Debemos recordarlo, porque no siempre se respetan estos inalienables derechos.

X. Allué (Editor)

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3 julio 2014 at 20:26

Resumen del año 2017

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Al final de año cabe hacer un resumen estadístico de la actividad del blog. Un resumen parcial se presentó en Terrassa, en el XXV Congreso de la SEPS, justo cuando recibimos la desagradable notícia de que no contaban más con el blog por «presiones del otro lado del Ebro» y «hasta que se pase esto«, con lo que interpretamos que no éramos queridos, preludio de lo que se está empezando a constituir como un delito de odio. Repito la frase que dije en la asamblea: que les den… qué o cómo, que lo elijan ellos.

Las 93 entradas de este año 2017 han recibido 47.227 visitas, procedentes de más de 120 paises diferentes, repartido así:

España…….37%, USA…..16%, México…11%, Colombia….6%, Argentina….6%  Y el resto cifras inferiores.

Lo más visto, naturalmente es la Home Page, con más de 25.000 visitas, seguida de la entrada sobre el derecho a la imagen de los niños del 23 de agosto, con más de 5.000, y la lista de enfermedades raras con más de 2000, aunque hay dos o tres entradas sobre ese tema concreto años atrás.

Gracias a todos por vuestro interés.

Este nuevo año vamos a ver que acogida tiene la edición trilingüe.

X. Allué (editor)

 

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2 enero 2018 at 6:25

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La salud social

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Esta semana concluye nuestra participación en las actividades del Master de Trabajo Social Sanitario que en UOC (Universitat Oberta de Catalunya) organiza Dolors Colom, apóstol del Trabajo Social en el ámbito de la asistencia sanitaria. Como en años anteriores ha sido una experiencia enriquecedora participar en los intercambios con los alumnos, siempre estimulantes. Y al mismo tiempo comprobar cómo va creciendo el interés profesional para dar cobertura a lo que es la tercera pata de la salud: la salud social.

Hace un año publicábamos aquí precisamente un post con ese título: La tercera pata de la salud. Reproducimos (lo que republicábamos del ) aquí ese texto. Que todo está dicho, pero hay que repetirlo porque la gente se olvida.

«Ya son casi setenta años de la definición de salud acordada por la Organización Mundial de la Salud en su constitución. Se definió la salud como el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Además se definió que la salud es un derecho humano fundamental.

El mundo ha dado muchas vueltas, somos el triple de gente que entonces y, en general, la salud ha mejorado para casi todos.

Los esfuerzos, sin embargo, no se han ido desarrollando de forma homogénea. El progreso de las ciencias biomédicas ha aportado enormes avances de la medicina que, aplicados a la salud, han salvado millones de vidas, curado incontables enfermedades y evitado o prevenido muchos millones más. La medicina de los últimos cincuenta años ha estado caracterizada por su eficacia. Por primera vez en la historia los médicos han visto recompensados sus esfuerzos con la curación y resolución de múltiples problemas de salud, después de siglos de dedicarse a contemplar la evolución de sus enfermos sin nada que ofrecer más allá de apoyo y consuelo. Nuevos métodos diagnóstico por la imagen o análisis bioquímicos han permitido precisar diagnósticos con exactitud. Antibióticos, cirugía resolutiva, hormonas que reponen las deficientes, anestesia, vitaminas, agentes quimioterápicos… ofrecen soluciones eficaces a lo que antes fue incurable.

A ello se suma la ingente labor realizada por los profesionales de los cuidados, enfermeras y técnicos, cada vez más competentes y dispuestos.

La salud mental también ha recibido atención y se ha beneficiado de los avances de la bioquímica y la farmacología. Y de una percepción más realista y humana de los trastornos mentales, antes sólo sometidos a la reclusión manicomial.

Sin embargo, tanto la salud física como la mental, han visto fallar su eficacia cuando las condiciones, el entorno social, no ha acompañado las soluciones a las enfermedades. La pata social de la salud ha sido la que menos se ha beneficiado del progreso.

Hasta cierto punto, la medicina ha mantenido la tendencia de ocultar su ineficacia atribuyendo a condicionantes sociales sus fracasos o impotencias. Cuando no se dispone de un buen remedio, se afirma que se trata de un problema social. Los ejemplos son múltiples, pero uno reciente y flagrante fue la eclosión de la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) al final de los años 70 del pasado siglo. Hasta que no se descubrió el agente causal se consideró un problema sociocultural o incluso étnico (las cuatro “haches”: heroinómanos, homosexuales, hemofílicos y haitianos). La enfermedad de Alzheimer o la obesidad son problemas sociales (¡).

No se puede negar que considerables avances sociales han contribuido a la salud y el bienestar de los ciudadanos de todo el mundo. El acceso a la vivienda digna, la sanitarización de las ciudades, las medidas de prevención de accidentes o la alimentación adecuada, han alcanzado a una parte cada vez más mayoritaria de la población mundial. En lo que se conoce como el primer mundo, Occidente, todos esos soportes a la salud de la población están prácticamente garantizados, aunque la recesión económica de los últimos pocos años lo haya puesto en crisis.

Es más bien en el manejo, diagnóstico y tratamiento de los aspectos sociales del enfermo donde se aprecian defectos, huecos, desfases, brechas que, de no salvarse, la atención a la salud se resiente.

Si se contempla la larguísima tradición, de siglos, de los profesionales de la medicina y la quizá formalmente no tan larga, pero indudablemente desarrollada ampliamente de los profesionales de la enfermería, la diferencia con profesionales auténticos y dedicados del trabajo social sanitario, no cabe duda que las diferencias de magnitudes son abismales. La proporción de profesionales de la salud en relación con profesionales del trabajo social sanitario dedicados a la atención sanitaria rara vez es de más de 1/250, aún en los países más desarrollados.

Desde aquí apostamos por ponerle remedio a esas diferencias desde el convencimiento de que es y será un factor determinante de la salud de las gentes en los años venideros. Esa es la razón de ser del Máster de Trabajo Social Sanitario que lleva a cabo la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

X. Allué (Editor)

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20 diciembre 2018 at 8:24

Abusos sexuales infantiles: denuncias, responsabilidades y su divulgación

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Estos dias se ha aireado la actuación judicial contra una pediatra que denunció un caso de abusos sexuales de una menor, que luego, al parecer, no pudo substanciarse. Como se trata de una situación compleja y actualmente en proceso judicial no vamos a extendernos en los pormenores de la misma. Pero sí comentar las dificultades con las que se enfrentan los profesionales de la medicina para ejercer su profesión con dignidad.

Los abusos sexuales son un delito infradiagnosticado, poco denunciado y con muchas aristas. Es un delito grave en el que el bien a proteger es de un valor extraordinario. La defensa de los menores convierte una sopecha en una obligación de todos de su detección y denuncia. Y tal obligación debe ser, a su vez, protegida.

Hace ya muchos años, tantos como 45, que publicamos que el diagnóstico de enfermedades de transmisión sexual (ETS) en un o una menor son evidencia de la existencia de abusos sexuales: Gonococcal infections in infants and children. Lessons from fifteen cases”, X. Allué, T. Rubio, H.D. Riley. ClinPediatr (Phila197312:584-588. No hemos cambiado de opinión.

Que el diagnóstico diferencial puede ser dificultoso y que diversos procesos pueden simular ETS forma parte de la realidad. Pero en tanto no se demuestre otra cosa, la sospecha, y con ello, la denuncia de abusos sexuales a un menor debe mantenerse. Los errores diagnósticos existen. Pero su persecución penal solo se sostiene en el dolo y la negligencia culpable. Es por ello que la prudencia debe ser exquisita.

La judicialización de la realidad de las dis crepancias se está convirtiendo en una lacra contra la que se debe luchar. Los que la estamos padeciendo por la incuria de unos y la incapacidad de otros lo sabemos.

Aún más indeseable es su tratamiento mediático. Cuando a divulgadores o periodistas se les amarillean las uñas por convertir en noticiable materias cuya realidad es debatible, se ponen en riesgo derechos, prestigios y honorabilidades que luego es imposible de restituir.

Lamento que la divulgación de la noticia y, sobre todo su tratamiento, proceda de un periódico, el ABC de Sevilla, con el que, sin compartir su linea editorial, me vinculan relaciones familiares antiguas. Mi abuela materna, Ana Finch, publicaba artículos de opinión al principio del siglo XX, y en el salen críticas de su obra literaria. Sus editores actuales deberían ser más cautos al tratar estas materias.

Si el maltrato periodístico puede desincentivar a profesionales de la medicina, pediatras o médicos de urgencias a diagnosticar y denunciar sospechas de abusos sexuales a menores, los perjudicados serán especialmente las víctimas. Por eso y desde aquí, les animamos a proseguir con su vigilancia, su dedicación y su sensibilidad, en el convencimiento que están cumpliendo con su deber profesional, social y, también legal.

X. Allué (Editor)

(Yo si tengo abuela: la imagen que acompaña este texto muestra a Ana Finch a los 17 años en una foto del ABC de Sevilla)

 

 

 

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14 May 2018 at 16:43

La tercera pata de la salud

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La tercera pata de la salud

Ya son casi setenta años de la definición de salud acordada por la Organización Mundial de la Salud en su constitución. Se definió la salud como el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Además se definió que la salud es un derecho humano fundamental.

El mundo ha dado muchas vueltas, somos el triple de gente que entonces y, en general, la salud ha mejorado para casi todos.

Los esfuerzos, sin embargo, no se han ido desarrollando de forma homogénea. El progreso de las ciencias biomédicas ha aportado enormes avances de la medicina que, aplicados a la salud, han salvado millones de vidas, curado incontables enfermedades y evitado o prevenido muchos millones más. La medicina de los últimos cincuenta años ha estado caracterizada por su eficacia. Por primera vez en la historia los médicos han visto recompensados sus esfuerzos con la curación y resolución de múltiples problemas de salud, después de siglos de dedicarse a contemplar la evolución de sus enfermos sin nada que ofrecer más allá de apoyo y consuelo. Nuevos métodos diagnóstico por la imagen o análisis bioquímicos han permitido precisar diagnósticos con exactitud. Antibióticos, cirugía resolutiva, hormonas que reponen las deficientes, anestesia, vitaminas, agentes quimioterápicos… ofrecen soluciones eficaces a lo que antes fue incurable.

A ello se suma la ingente labor realizada por los profesionales de los cuidados, enfermeras y técnicos, cada vez más competentes y dispuestos.

La salud mental también ha recibido atención y se ha beneficiado de los avances de la bioquímica y la farmacología. Y de una percepción más realista y humana de los trastornos mentales, antes sólo sometidos a la reclusión manicomial.

Sin embargo, tanto la salud física como la mental, han visto fallar su eficacia cuando las condiciones, el entorno social, no ha acompañado las soluciones a las enfermedades. La pata social de la salud ha sido la que menos se ha beneficiado del progreso.

Hasta cierto punto, la medicina ha mantenido la tendencia de ocultar su ineficacia atribuyendo a condicionantes sociales sus fracasos o impotencias. Cuando no se dispone de un buen remedio, se afirma que se trata de un problema social. Los ejemplos son múltiples, pero uno reciente y flagrante fue la eclosión de la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) al final de los años 70 del pasado siglo. Hasta que no se descubrió el agente causal se consideró un problema sociocultural o incluso étnico (las cuatro “haches”: heroinómanos, homosexuales, hemofílicos y haitianos). La enfermedad de Alzheimer o la obesidad son problemas sociales (¡).

No se puede negar que considerables avances sociales han contribuido a la salud y el bienestar de los ciudadanos de todo el mundo. El acceso a la vivienda digna, la sanitarización de las ciudades, las medidas de prevención de accidentes o la alimentación adecuada, han alcanzado a una parte cada vez más mayoritaria de la población mundial. En lo que se conoce como el primer mundo, Occidente, todos esos soportes a la salud de la población están prácticamente garantizados, aunque la recesión económica de los últimos pocos años lo haya puesto en crisis.

Es más bien en el manejo, diagnóstico y tratamiento de los aspectos sociales del enfermo donde se aprecian defectos, huecos, desfases, brechas que, de no salvarse, la atención a la salud se resiente.

Si se contempla la larguísima tradición, de siglos, de los profesionales de la medicina y la quizá formalmente no tan larga, pero indudablemente desarrollada ampliamente de los profesionales de la enfermería, la diferencia con profesionales auténticos y dedicados del trabajo social sanitario, no cabe duda que las diferencias de magnitudes son abismales. La proporción de profesionales de la salud en relación con profesionales del trabajo social sanitario dedicados a la atención sanitaria rara vez es de más de 1/250, aún en los países más desarrollados.

Desde aquí apostamos por ponerle remedio a esas diferencias desde el convencimiento de que es y será un factor determinante de la salud de las gentes en los años venideros. Esa es la razón de ser del Máster de Trabajo Social Sanitario que lleva a cabo la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Xavier Allué (Editor)

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20 diciembre 2017 at 6:13

Los niños y la constitución española

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Que mañana miércoles, 6 de diciembre, sea dia festivo a todos los efectos para conmemorar la aprobación de la actualmente vigente constitución española, motiva esta reflexión.

En otras varias oportunidades nos hemos referido a esta circunstancia con la crítica a los festivos intersemanales https://pedsocial.wordpress.com/2015/09/28/los-festivos-intersemanales-y-los-ninos-2/ que, con la coincidencia dos días después con una fiesta religiosa de reciente y escasa tradición, deja una semana troceada para desesperación de casi todos: empresarios, trabajadores autónomos, padres trabajadores con hijos, gestores de personal de servicios públicos (médicos, enfermeras, bomberos, etc.), que tienen que hacer mangas y capirotes para cuadrar calendarios y agendas. Sólo los funcionarios menos necesarios y los ricos que puedan ir a esquiar, le sacan algún provecho. Y todo eso teniendo en cuenta que son muy pocos los que conocen el verdadero contenido de la tan traida y llevada constitución y aún menos, incluyendo los católicos practicantes, que sepan que el dia 8 celebra las coyundas de San Joaquin y Santa Ana y la concepción subsiguiente.

Igualmente nos hemos referido a la escasa representación que tienen los niños en el texto constitucional (https://pedsocial.wordpress.com/2014/12/04/la-constitucion-y-los-ninos/). Apenas se refiere a unos derechos que protegen los convenios internacionales que, de no existir, dejaría sin presencia al colectivo infantil. Y también nos hemos quejado que en la CE figure el derecho a la vivienda y, en cambio, no el derecho a los alimentos (https://pedsocial.wordpress.com/2016/12/20/seguridad-alimentaria-la-seguridad-del-acceso-a-los-alimentos/) o la inexistencia de una regulación de la filiacióny/o adopción que mantiene en la precariedad miles de niños sin padres válidos (https://pedsocial.wordpress.com/2016/07/11/la-compleja-situacion-de-la-adopcion-en-espana/).

Animamos a los constitucionalistas, y a los otros que esten desocupados con los festivos, a que repasen estos textos y, si les apetece, nos los comenten. Que siempre serán bienvenidos en esta página.

X. Allué (Editor)

 

Nota: La imagen elegida, con el escudo del pajarraco y los otros símbolos, el vetusto y anticuado ribete decorativo, y el solemne texto inicial, sirven para recordar de dónde sale ese texto legal. Por si se os ha olvidado o no lo sabíais.

 

 

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5 diciembre 2017 at 11:33

Adios Pediatría social (Sociedad)

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El XXIII Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Social, celebrado en Terrassa el fin de semana pasado iba a proporcionarme una sorpresa y, como tal, inesperada, que afecta a este blog.

Acudí al congreso por invitación específica y generosa de la presidenta del evento, a quien anuncié que lo que me interesaba era participar en la Asamblea general convocada para el viernes por la tarde. Mi intención era aportar las estadísticas de funcionamiento del blog y, al tiempo, recordar su existencia y mi ánimo de continuar publicándolo. Amablemente el secretario accedió a dejarme un espacio en el punto del orden del día sobre las actividades de la Sociedad durante el pasado ejercicio donde, por cierto, pude comprobar que no constaba referencia alguna al blog. Tal cosa no me extraña porque, siendo una actividad que no representa costes ni esfuerzos a la Sociedad y formando parte del universo virtual de la Internet, es comprensible.

Cabe añadir que hasta ese momento la asamblea había consistido en una pormenorizadísima relación de la cuentas de la sociedad, debidamente sometidas a una auditoría realizada por un oficialísimo organismo estatal gestor de cuentas, con todos los sellos y certificaciones. Bastante impresionante para mis pobres recursos intelectuales en temas de economía y gestión. Pero que a la hora de proponer el presupuesto para el ejercicio del 2018, se redujo a que se ingresan 3000 eurillos por las magras cuotas de los socios, que se debatió incrementar, más 34.694 euracos de subvención del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad. La cantidad resultante de la suma se pretende gastar la mayor parte en los necesarios gastos administrativos y de secretaría, y unos 18.000€ restantes en la organización de cursos, jornadas y conferencias. La asamblea asintió a las cuentas y las propuestas, con la única discreta discrepancia de un miembro joven de la misma, algo preocupada y hasta un poco escandalizada de la cantidad destinada a cursos y demás, acostumbrada a realizar ese tipo de actividades en su ámbito profesional sin coste alguno. Loable voluntarismo.

Cuando se me cedió el turno de intervención,comencé y en alusión a lo anterior, que el blog no costaba ni un maravedí y que estaba abierto a todos los socios, aunque la participación era escasa. En el relato estadístico ofrecí lo siguiente:

Nº de entradas o artículos (posts) desde su inicio ………………  818

En 2016…..………………..   93

En 2017 (hasta hoy)…….   80

(casi 2 por semana)

Nº de visitas 

En 2016………………….37.799

En 2017………………….43.218

Seguidores (que reciben un email con cada post) ………………  835

Origen de las visitas: La mitad, más o menos, de España. Un 20% de Estados Unidos y casi lo mismo de Mèxico. Y el resto de los países sudamericanos de habla hispana, más un puñado de Brasil y otros tantos de algunos países europeos.

Los posts” más visitados en 2017 han sido el dedicado al derecho de los niños a su propia imagen, con más de 10.000 visitas, seguido del dedicado a las Enfermedades raras, con unas 5000, pero que como se publicó hace tiempo, repite cada año como muy visitado.

Interpelado por un asistente que quería saber como se encontraba el blog en la Internet, al contestarle mencioné que, además de encontrarlo en cualquier buscador, Google, Yahoo, etc. la junta directiva incluía un enlace al blog en la página web de la sociedad.

Y ahí es cuando surgió la sorpresilla. Desde la mesa se me dijo que la junta directiva había decidido suprimir el blog. Algo inquieto, pregunté el motivo y se me dijo que “se habían recibido presiones…”. Al preguntar que por parte de quien, siendo el blog abierto a comentarios y siendo esta la primera noticia, se dijo que por parte “…del otro lado del Ebro (sic!)”. Y que era una medida temporal hasta que “… se haya pasado esto…”

Por favor: volved a leer el párrafo anterior.

Tengo una edad que, bajo cualquier criterio, se puede considerar avanzada, justo en la raya de los tres cuartos de siglo. Y 50 años de profesión, remunerada desde 1964, y dedicación exclusiva a la Pediatría. He vivido y ejercido en cinco países (y tres comunidades autónomas) y media docena de hospitales. He participado en la fundación de tres sociedades científicas y he sido miembro activo de seis. He presidido varios congresos y participado en docenas. Quiero decir que una cierta experiencia de la vida profesional social ya he podido acumular. A estas alturas puedo decir sin reparo que estoy de vuelta de casi todo. Pero algo que entiendo mal es la injerencia de la política en una profesión como la nuestra.

El blog Pedsocial, com más de ochocientas entradas, ha tratado de casi todo lo que tiene que ver con la salud de los niños desde el punto de vista social. Como tal publicación periódica suele haber referencias a la actualidad, porque vivimos en el siglo y en el mapa. No podemos esperar, como en cualquier publicación, que todo el mundo esté de acuerdo con lo que en la publicación se expresa. Y para eso está la opción de los comentarios, que nunca he sido opuesto a las críticas, de las que siempre se puede aprender. Lo que no soporto es la censura. Por eso me sorprende que los textos hayan podido molestar, levantar inquietudes y promover censuras. Los textos se rebaten con argumentos. O, simplemente, se ignoran. Que algunas desconocidas, anónimas y misteriosas fuerzas hayan ejercido “presiones” sobre la Junta Directiva de la Sociedad y que no hayan tenido el mínimo cuajo de contraponer sus libérrimas opiniones a lo que se escribe en el blog, me parece inaudito. Especialmente cuando el ámbito es el de la salud y los derechos de los niños, algo que se me antoja universal, benéfico y hasta inocente, a diferencia de temas de altas discrepancias como la política o el fútbol, donde las pieles suelen ser finas y los ánimos fácilmente excitables.

De ahí que haya dado en interpretar que, por lo que se me dijo “del otro lado del Ebro” y de que se haya pasado “esto”, de lo que se está hablando es de que quien escribe el blog, o sea yo, es catalán y lo hace desde Cataluña, “esto” siendo el actual conflicto entre Cataluña y el estado español.

Tal da en reconocer que Cataluña y España son dos entes diferentes y que si algo se hace desde Cataluña no encaja en una sociedad “española”. O que quien esto escribe pertenece a un colectivo extraño a la españolidad de la SEPS. Y eso está en el límite de la xenofobia. Si de algo se quejan los independentistas catalanes es de que se les trate como “otros”, y que ello incluya desprecios, denuestos e insultos, simplemente por hablar un idioma milenario y plantearse decidir su futuro como pueblo, legalidades aparte pero legitimidades incontestables.

En esa tesitura, y para concluir el relato, me dirigí a la mesa que presidía la asamblea diciendo que no es que ellos prescindieran del blog, sino que yo (y el blog) prescindiría de la Sociedad, y a otra cosa. Recogí mis papeles y me despedí.

Los cambios en el blog son puramente formales. Los motivos de los cambios ahí quedan explicados. Por cierto, la publicación multilingüe mantiene la aceptación del blog: en los dos días desde que se publicó, en inglés, la última entrada sobre el Día Mundial de los Derechos del Niño, el blog ha recibido 380 visitas, algo más de la media habitual.

Aquí seguimos.

X. Allué (Editor)

Written by pedsocial

22 noviembre 2017 at 13:57

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Adios Pediatria social (Sociedad)

SEPS LogoEl XXIII Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Social, celebrado en Terrassa el fin de semana pasado iba a proporcionarme una sorpresa y, como tal, inesperada, que afecta a este blog.

Acudí al congreso por invitación específica y generosa de la presidenta del evento, a quien anuncié que lo que me interesaba era participar en la Asamblea general convocada para el viernes por la tarde. Mi intención era aportar las estadísticas de funcionamiento del blog y, al tiempo, recordar su existencia y mi ánimo de continuar publicándolo. Amablemente el secretario accedió a dejarme un espacio en el punto del orden del día sobre las actividades de la Sociedad durante el pasado ejercicio donde, por cierto, pude comprobar que no constaba referencia alguna al blog. Tal cosa no me extraña porque, siendo una actividad que no representa costes ni esfuerzos a la Sociedad y formando parte del universo virtual de la Internet, es comprensible.

Cabe añadir que hasta ese momento la asamblea había consistido en una pormenorizadísima relación de la cuentas de la sociedad, debidamente sometidas a una auditoría realizada por un oficialísimo organismo estatal gestor de cuentas, con todos los sellos y certificaciones. Bastante impresionante para mis pobres recursos intelectuales en temas de economía y gestión. Pero que a la hora de proponer el presupuesto para el ejercicio del 2018, se redujo a que se ingresan 3000 eurillos por las magras cuotas de los socios, que se debatió incrementar, más 34.694 euracos de subvención del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad. La cantidad resultante de la suma se pretende gastar la mayor parte en los necesarios gastos administrativos y de secretaría, y unos 18.000€ restantes en la organización de cursos, jornadas y conferencias. La asamblea asintió a las cuentas y las propuestas, con la única discreta discrepancia de un miembro joven de la misma, algo preocupada y hasta un poco escandalizada de la cantidad destinada a cursos y demás, acostumbrada a realizar ese tipo de actividades en su ámbito profesional sin coste alguno. Loable voluntarismo.

Cuando se me cedió el turno de intervención,comencé y en alusión a lo anterior, que el blog no costaba ni un maravedí y que estaba abierto a todos los socios, aunque la participación era escasa. En el relato estadístico ofrecí lo siguiente:

Nº de entradas o artículos (posts) desde su inicio ………………  818

                                                                En 2016…..………………..   93

                                                                En 2017 (hasta hoy)…….   80

                                        (casi 2 por semana)

Nº de visitas                                         En 2016………………….37.799

                                                               En 2017………………….43.218

Seguidores (que reciben un email con cada post) …………….  835

Origen de las visitas: La mitad, más o menos, de España. Un 20% de Estados Unidos y casi lo mismo de Mèxico. Y el resto de los países sudamericanos de habla hispana, más un puñado de Brasil y otros tantos de algunos países europeos.

Los posts” más visitados en 2017 han sido el dedicado al derecho de los niños a su propia imagen, con más de 10.000 visitas, seguido del dedicado a las Enfermedades raras, con unas 5000, pero que como se publicó hace tiempo, repite cada año como muy visitado.

Interpelado por un asistente que quería saber como se encontraba el blog en la Internet, al contestarle mencioné que, además de encontrarlo en cualquier buscador, Google, Yahoo, etc. la junta directiva incluía un enlace al blog en la página web de la sociedad.

Y ahí es cuando surgió la sorpresilla. Desde la mesa se me dijo que la junta directiva había decidido suprimir el blog. Algo inquieto, pregunté el motivo y se me dijo que “se habían recibido presiones…”. Al preguntar que por parte de quien, siendo el blog abierto a comentarios y siendo esta la primera noticia, se dijo que por parte “…del otro lado del Ebro (sic!)”. Y que era una medida temporal hasta que “… se haya pasado esto…”

Por favor: volved a leer el párrafo anterior.

Tengo una edad que, bajo cualquier criterio, se puede considerar avanzada, justo en la raya de los tres cuartos de siglo. Y 50 años de profesión, remunerada desde 1964, y dedicación exclusiva a la Pediatría. He vivido y ejercido en cinco países (y tres comunidades autónomas) y media docena de hospitales. He participado en la fundación de tres sociedades científicas y he sido miembro activo de seis. He presidido varios congresos y participado en docenas. Quiero decir que una cierta experiencia de la vida profesional social ya he podido acumular. A estas alturas puedo decir sin reparo que estoy de vuelta de casi todo. Pero algo que entiendo mal es la injerencia de la política en una profesión como la nuestra.

El blog Pedsocial, com más de ochocientas entradas, ha tratado de casi todo lo que tiene que ver con la salud de los niños desde el punto de vista social. Como tal publicación periódica suele haber referencias a la actualidad, porque vivimos en el siglo y en el mapa. No podemos esperar, como en cualquier publicación, que todo el mundo esté de acuerdo con lo que en la publicación se expresa. Y para eso está la opción de los comentarios, que nunca he sido opuesto a las críticas, de las que siempre se puede aprender. Lo que no soporto es la censura. Por eso me sorprende que los textos hayan podido molestar, levantar inquietudes y promover censuras. Los textos se rebaten con argumentos. O, simplemente, se ignoran. Que algunas desconocidas, anónimas y misteriosas fuerzas hayan ejercido “presiones” sobre la Junta Directiva de la Sociedad y que no hayan tenido el mínimo cuajo de contraponer sus libérrimas opiniones a lo que se escribe en el blog, me parece inaudito. Especialmente cuando el ámbito es el de la salud y los derechos de los niños, algo que se me antoja universal, benéfico y hasta inocente, a diferencia de temas de altas discrepancias como la política o el fútbol, donde las pieles suelen ser finas y los ánimos fácilmente excitables.

De ahí que haya dado en interpretar que, por lo que se me dijo “del otro lado del Ebro” y de que se haya pasado “esto”, de lo que se está hablando es de que quien escribe el blog, o sea yo, es catalán y lo hace desde Cataluña, “esto” siendo el actual conflicto entre Cataluña y el estado español.

Tal da en reconocer que Cataluña y España son dos entes diferentes y que si algo se hace desde Cataluña no encaja en una sociedad “española”. O que quien esto escribe pertenece a un colectivo extraño a la españolidad de la SEPS. Y eso está en el límite de la xenofobia. Si de algo se quejan los independentistas catalanes es de que se les trate como “otros”, y que ello incluya desprecios, denuestos e insultos, simplemente por hablar un idioma milenario y plantearse decidir su futuro como pueblo, legalidades aparte pero legitimidades incontestables.

En esa tesitura, y para concluir el relato, me dirigí a la mesa que presidía la asamblea diciendo que no es que ellos prescindieran del blog, sino que yo (y el blog) prescindiría de la Sociedad, y a otra cosa. Recogí mis papeles y me despedí.

Los cambios en el blog son puramente formales. Los motivos de los cambios ahí quedan explicados. Por cierto, la publicación multilingüe mantiene la aceptación del blog: en los dos días desde que se publicó, en inglés, la última entrada sobre el Día Mundial de los Derechos del Niño, el blog ha recibido 380 visitas, algo más de la media habitual.

Aquí seguimos.

 

 

Written by pedsocial

22 noviembre 2017 at 7:00

Publicado en

Adoctrinamiento

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Los pediatras sociales podemos, y es posible que hasta debamos, hacer abstracción de la ideología, religión o adscripción étnica de los pacientes a nuestro cargo. Hacer abstracción no significa ignorar. Sólo evitar enjuiciar, porque como componentes de la realidad social, a menudo inciden en la patología o los problemas de los niños. En la dedicación continuada a proteger a los niños y sus derechos contra todo y contra todos no se pueden escatimar esfuerzos. Aunque hay que hacerlo con tiento y en el respeto a la reconocida libertar de culto, opinión, expresión (que no es lo mismo: opinión tiene, como el culo si se me permite, todo el mundo. Expresar esa opinión sólo tiene uso de quienes así hacen.) o no ser discriminado por razón de sexo, etnia, etc.

Los ejemplos de áreas de fricción abundan, como cuando se argumenta que la mutilación genital (por cierto, femenina y masculina, según sea el profeta que se siga) tiene una justificación religiosa, o cuando se segrega por sexos en los colegios, se imponen vestimentas, también etcetera.

Una parte compleja es la valoración de lo que puede hacer de los derechos de los niños el adoctrinamiento. Ya sea en el ámbito familiar, la escuela, el seminario, madrasa,  yeshiva, o cualquier otra escuela confesional, el propósito central de la educación doctrinal es la inducción de principios concretos y, a menudo excluyentes, que modulan las ideas y el comportamiento en ámbitos que, en las religiones integristas, exceden el puramente religioso. Similar es, en los estados totalitarios principalmente, el adoctrinamiento político.

Los que lo hemos sufrido nos podemos considera supervivientes de la libertad. Pero no olvidamos las dificultades administrativas causadas por haber incluido en nuestra formación, en el bachillerato y en los estudios superiores, las asignaturas de Formación del Espíritu Nacional con la misma categoría que la Anatomía o la Patología Quirúrgica. Traducir el expediente académico a otros idiomas, de paises democráticos, resulta casi imposible si no se acompaña de una explicación vergonzante.

Es de lamentar que, en paises de democracia incipiente o incompleta, la utilización de los niños en actividades supuestamente políticas, ponga en evidencia limitaciones de los derechos de los niños. Hace unas semanas lo hemos manifestado en la entrada del blog dedicada a los derechos de imagen de los menores por parte del estado. Por cierto que ese post es el que más visitas ha tenido en lo que va de año: más de 6.000!!, de lo que nos congratulamos. La presencia de niños en las manifestaciones en Cataluña también merece críticas. Como las merece la denuncia de que en un sistema escolar concreto, por utilizar una lengua tan oficial como el español, se califique de adoctrinamiento la enseñanza.

Los pediatras sociales podemos y debemos hacer abstracción de muchas cosas, pero mantenemos la obligación de denunciar los abusos que afectan a los menores.

X. Allué (editor)

 

Written by pedsocial

9 octubre 2017 at 8:20

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